viernes, 20 de septiembre de 2013

Una noticia

Hace bastante tiempo, casi un mes, que no he vuelto a escribir en el blog y la verdad es que ya tenía ganas de hacerlo. He pensado mucho sobre qué escribiría pero acabo de ver un video y una noticia que quería compartir y comentar.

La noticia en cuestión es el video (ver video aquí) que ha lanzado la Fundación Internacional Baltasar Garzón con motivo de la visita, el próximo lunes, a España del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas, es decir, un grupo de expertos que valorarán la actuación del gobierno nacional sobre la reparación a los familiares de víctimas del franquismo.

El problema de las fosas comunes, los fallecidos en las cunetas y el desconocimiento de las víctimas, así como su cuantificación y paradero no es un problema que acabe de surgir, sino que es un problema que España lleva arrastrando varios años y que ahora, con la justicia de Argentina actuando y con el trabajo del exjuez Baltasar Garzón, parece que es tema de actualidad. 

El problema de la llamada Memoria Histórica se remonta a nuestra transición, aquella etapa en la que España se quitó de las losas del franquismo para ser recibida por Europa y por la democracia. Sin embargo, no nos hemos quitado fácilmente esa losa, sino que la hemos camuflado o apartado. Ahí, sin que se note y sin que la vea nadie, hasta ahora. 

El problema que ahora tiene España es que durante la transición se optó por olvidar, cerrar heridas como dicen muchos, y no nos decantamos por saber la verdad. Había miedo, mucho miedo, dirán algunos. Sí, es cierto, eran tiempos convulsos en los que la gente recordaba la miseria de una guerra pero ¿es motivo ese para olvidar? No se puede avanzar olvidando. Hay que superarlo. 

La democracia que se celebraba era una farsa porque había verdaderos demócratas desaparecidos. En las cunetas. Unos, como Fraga, se cambiaron la chaqueta por una de un tono más claro (pero no de diferente color) y ya eran bautizados como demócratas, verdaderos artífices de la transición y la democracia en España. Otros, que no se podían cambiar de nada porque estaban muertos, permanecían en las fosas, en las cunetas, abandonados. Sólo recordados por familiares que tenían miedo a preguntar dónde, cómo, cuándo y por qué les mataron. Eso es lo que preguntan ahora. El fallecido Fraga, por seguir con el ejemplo, está enterrado y puede ser visitado por sus familiares y cuantos quieran. No le faltan visitas o flores a su tumba. Muchas familias, muchísimas familias desconocen dónde están sus padres, abuelos, primos, etc. Quizá, cuando vayan con el coche por la carretera pasen por esa cuneta donde está su familiar pero no lo saben. Éso es lo único que piden. 

Lo que ocurrió en la transición española fue pactar entre todas las partes una Ley de Amnistía que olvidaba y dejaba atrás "las heridas" o las cuestiones que había que resolver. Esta chapuza, el tapar estas goteras soluciona el problema durante un tiempo pero no para siempre, vuelve a llover y vuelven a salir las goteras, como podemos comprobar hoy en día. Por eso el exjuez Garzón intentó arreglar bien esas goteras y por eso hay muchos grupos y asociaciones que quieren también solucionar estos problemas. No obstante, esto no dejan de ser migajas para solucionar el problema: las familias no obtienen el apoyo de las instituciones para la búsqueda y excavación de fosas, ni los investigadores para ejercer su trabajo y por eso las goteras siguen teniendo agua. 

En la siguiente página web (ver aquí) se puede apreciar el número de fosas que están contabilizadas en España y se puede ver cómo una ínfima parte de éstas han sido estudiadas mientras que el resto permanecen sin tocar. Nos unimos a Europa, el mundo nos recibió, celebramos nuestra democracia y no fuimos capaces de limpiar la casa. No, no tuvimos el valor de Alemania o Argentina en juzgar a los genocidas, a los asesinos y torturadores. No, no tuvimos el valor y ahora es Argentina quien está investigando los crímenes del franquismo cuando nos vanagloriamos como democracia de investigar los crímenes de Pinochet en Chile. Esto es lo que España hace en cuanto a Memoria Histórica: ayudamos a los demás cuando tenemos nuestras propias cunetas llenas de asesinados por un régimen dictatorial.

Una página para pensar: http://www.memoriahistorica.org.es/

jueves, 12 de septiembre de 2013

Reflexiones

Anoche vi un programa que se estrenaba y que trataba sobre el principal problema de la sociedad española: el paro. Sí, España es un país que tiene 6 millones de personas (6.000.000 personas, para verlo más claro) que quieren trabajar y no pueden. Casi siempre es por la misma razón: no se puede poner a nadie más en nómina. Otros reciben una negativa en la que el argumento es que no se está suficientemente preparado o, incluso, los hay que han sido rechazados por estar excesivamente preparados para un puesto. Claro, ¿quién necesita tener una carrera universitaria para ser camarero en un chiringuito en la playa? Pues esto pasa. 

En este programa hay expertos que hablan de esta situación y aconsejan a los parados que hay en plató, que cuentan su situación. Unos dicen que España es un país solidario y sobrevive por eso, otros dicen que hay que buscarse la vida y ser emprendedor, otros dicen que hay que ser positivos... Y yo me pregunto: ¿y cómo se hace eso? ¿Cómo se puede ser emprendedor e innovador con 6.000.000 de parados? Quiero decir, una persona puede tener una versión innovadora (de hecho, se ha puesto el ejemplo de la cadena de comida rápida KFC) pero eso no ocurre con 6.000.000 de personas. ¿Montamos 100 nuevos bares, gimnasios, pastelerías, floristerías, copisterías, agencias de viajes, restaurantes, etc. en un pueblo o ciudad en los que ya hay bares, gimnasios, pastelerías, floristerías, copisterías, agencias de viajes, restaurantes, etc. de sobra? ¿Y cómo se puede seguir siendo positivo si hay personas que no tienen ninguna prestación, personas que reciben un no continuo al buscar empleo, personas que ven cómo sus hijos no pueden vivir como ellos desearían? No se puede ser positivo en un mundo así. 

Sin embargo, creo que una de las cuestiones más importantes que se han mencionado es que España sobrevive hoy en día gracias a la solidaridad. ¿Solidaridad? Sí, somos un país solidario; somos un país con cada vez más bancos de alimentos, cada vez hay más personas que donan su dinero para algún estudiante sin beca o para algún parado, donan sus domicilios para desahuciados, restaurantes que donan su excedente de comida para que no se malgaste... Sí, somos un país solidario pero yo me pregunto dos cosas: ¿la solidaridad de los ciudadanos debería ser complementaria a los organismos públicos o ya está tomando un cariz más importante que el apoyo a los organismos públicos? Quiero decir, un banco de alimentos tiene una labor suplementaria, no sustentante, el pilar de esa función es obligación del Estado. La otra pregunta es: ¿qué pasará cuando ya no podamos ser más solidarios de lo que somos? Los padres rescatan a hijos que se han quedado en el paro pero ¿qué pasará cuando esos padres ya no puedan ayudar a sus hijos?

Y la gran pregunta de todas es: ¿hasta cuándo vamos a sostener esta situación? ¿Hasta cuándo vamos a ser positivos, tratar de emprender y quedarnos en el intento, ser positivos, ser solidarios? Yo no lo sé pero tengo curiosidad por lo que pasará entonces: ¿saldremos a la calle? ¿Acudiremos a las manifestaciones? ¿Practicaremos la desobediencia civil? ¿Lucharemos? Tengo mucha curiosidad.