Feliz día a todos. A los que celebran el Pilar, a los que celebran el Día de las Fuerzas Armadas, a los que celebran la patrona de la Guardia Civil o a los que simplemente celebran el 12 de octubre, ya sea desde un punto de vista u otro.
Para mi esta entrada es bastante especial, puesto que estoy trabajando y trabajaré durante los próximos meses sobre esta fiesta en una etapa concreta y todo lo que llevo leído (aunque todavía me queda mucho por aprender) me indica las diversas versiones que tiene esta fecha y las diferentes versiones que tiene no es sino el amplio abanico ideológico que encontramos en la sociedad española: la parte religiosa, la imperialista, la cultural, la lingüística, la de cooperación y ayuda, la del anhelo del pasado, etc. Por eso, hoy, quería trazar unas líneas de lo que ha sido esta fiesta desde su primera celebración.
En la fiebre de conmemoraciones a nivel internacional que hubo a finales del siglo XIX, España no se podía quedar atrás y decidió celebrar el IV Centenario de la llegada de Colón a América en 1892. Sí, parece algo descabellado cuando España tenía problemas con sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pese a esto, el espíritu de celebración no era otro sino el de conmemorara la hazaña de Cristóbal Colón. Esta fiesta fue seguida de otras muchas en los siguientes años, aunque no de manera oficial hasta 1918. ¿Cómo podemos explicar que en pleno Desastre del 98, en plena crisis de identidad, nos dediquemos a celebrar este acontecimiento? Algunos apelaban a que las antiguas Indias eran hijas de España y, como hijas que eran, se habían independizado, marchado del hogar para emprender su camino, un camino del que España, como madre, no se apartaría. Otros sólo recordaban la gloria de aquel reino en el que no se ponía el Sol y el cual había que buscar. Otra corriente celebraba los lazos culturales, lingüísticos y religiosos que, por Historia, América Latina y España comparten. Todas estas corrientes celebraban un mismo día.
Para los católicos, el 12 de octubre coincide con el aniversario de la aparición de la Virgen, en advocación del Pilar, a Santiago Apóstol a orillas del Ebro cuando estuvo evangelizando la península en el 40 d. C.
Unamuno, Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu, etc., grandes personajes de la España de la época se postularon a favor y en contra de algunas de estas posturas en una fiesta que no dejaba de celebrarse año tras año. Es curioso cómo esta fiesta ha pasado por una etapa liberal (1892, 1918-1923), una dictadura (1923-1931), una república (1931-1939), una guerra civil (1936-1939), otra dictadura diferente (1936-1975) y una democracia (1975-actualidad). ¿Cómo es posible esto? Además, lo más curioso es que en cada etapa se destacaba una de las versiones o de las cualidades de esta fiesta: la cultura y la lengua, la religiosidad, el imperialismo, la cooperación, etc.
Para hacernos una idea, durante la Guerra Civil en España, durante el 12 de octubre se podían oír dos coplas diferentes:
La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser francesa,
que quiere ser capitana
de la tropa aragonesa
Esta en el bando nacional, rememorando la Guerra de la Independencia, pero esta era del bando republicano:
La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser fascista,
que quiere ser capitana
del obrero comunista
¿Con cuál de las dos nos quedamos? ¿Se ve la polarización o el maniqueísmo de este día? Y estas coplas son del año 1936 pero nos podemos trasladar a la actualidad: ¿vamos a Madrid a reivindicar la unidad del país o nos quedamos, por ejemplo, en Cataluña diciendo que no es nuestra fiesta nacional? ¿Vamos a celebrar el recuerdo de un imperio desde el punto de vista de metrópoli o vamos a celebrar la cultura que ambos lados del Atlántico compartimos? Según la respuesta que den, ahí tienen su visión de este día.
Esto nos puede hacer reflexionar de cómo las fiestas tienen un significado que, a veces, pasamos por alto los ciudadanos pero es un poder tan grande y tan eficaz que nos sorprenderíamos si fuéramos conscientes de él. Disfruten del día.
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