miércoles, 14 de agosto de 2013

Impresionismo

No soy una experta en Arte. Lo reconozco. Sin embargo, me encanta. No lo puedo evitar. Me encanta el Arte y el trabajo que conlleva: trabajo en planos, en lienzos, en mármol, madera, partituras, etc. Me encanta. 

Por eso no puedo dejar de escribir la primera entrada de este blog dedicada al Arte, o más concretamente a la pintura. Por eso, quiero hablarles de un movimiento artístico que a mi, y a un sinfín de personas más en el mundo, me fascina: el Impresionismo, bautizado así por la "impresión" que supuso esta obra:

Impresión: sol naciente, Monet, 1872-3. 

Aunque el término fue peyorativo, no habría una palabra mejor para identificar este nuevo movimiento. A partir de este momento, el Arte era una impresión, era la impresión que el espectador tuviera hacia una obra. Y, aunque fuera peyorativo en un primer momento, pronto los pintores de la época dejaron llevar su pincel y dar protagonismo a la luz y, con ello, al color. Y, si no, juzguen ustedes. 

Monte Santa Victoria, Cézanne, 1887

El pequeño jardinero, Bazille, 1867

Escuela de ballet, Degas, 1880

Nenúfares, Monet, 1916

 Auguste Renoir, Renoir

Podría estar escribiendo sobre pintores de esta etapa y aportar más datos sobre el Impresionismo pero eso ya no es Arte, es Historia del Arte. 

Les recomiendo una cosa, que es lo que estoy haciendo en este mismo momento: introduzcan en Google imágenes las palabras "impresionismo pintura". ¿Qué sale? Color. 

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