miércoles, 30 de octubre de 2013

Entre la curiosidad y el deseo

Hoy me parece un día especial para este blog porque tengo el placer de compartirlo con una gran amiga y porque creo que sus palabras harán un poco más "grande" este pequeño espacio en la red y a la que no puedo dejar de darle las gracias, por todo. 

N. C. 

Sin más pretensiones, agradezco a la administradora de este blog, Mª Cristina, que me haya cedido en él un hueco para que, juntos, nos hagamos reflexionar. 

Se me ocurren tantos temas interesantes sobre los que reflexionar que me resulta prácticamente imposible conjugarlos todos aquí mediante enlaces más o menos coherentes. Hoy ha habido una idea que, a la fuerza, se ha ganado el protagonismo de este artículo: la expectativa. Derivada del latín expectare, observar. Observemos. 

Ahora me interesa sobre todo la expectativa general, no concreta, aunque, claro está, que las consideraciones sobre la primera se pueden aplicar fácilmente a la segunda. Al esperar algo, creas expectativas. Considero esto algo inevitable, como una mezcla de "adivinación del futuro" y de "anhelo personal". El ser humano quiere saber qué va a pasar y en sus cábalas siempre hay un espacio para sus intereses. Curiosidad y deseo, bonita pareja que, por cierto, podría compararse sin dificultad con "la realidad y el deseo" de Cernuda. Las expectativas, qué duda cabe, pueden ser también negativas, pero eso ahora no nos interesa. Tratamos las buenas o, al menos, las que consideramos de esta manera. En este sentido, podemos preguntarnos cuánto duran las expectativas. ¿Cuánto hemos de esperar? Tenemos un anhelo, cualquiera, abstracto, que esperamos que se cumpla de un día para otro. Los días pasan y nada cambia. ¿Cuál es el punto de inflexión? ¿En qué momento hemos de rechazar esa expectativa? ¿Queremos realmente rechazarla? Son demasiadas preguntas y me temo que no soy capaz de dar una respuesta. Mi lado pesimista dice: "sé realista". Mi lado optimista, opina, sin embargo, que quizá mañana será el día. ¿Qué prefiero? ¿La frustración de hoy o la frustración diaria constante? No siempre podemos elegir conscientemente.

Hay quien dice que "a mi generación" -la de los noventa, aunque también incluyo a la anterior- le hicieron demasiadas promesas de futuro estable, es decir, que nuestra vida adulta transcurriría tal y como veíamos transcurrir, desde nuestra corta infancia, las vidas de los demás. Estas mismas personas sostienen que esas promesas, rotas con la crisis actual, nos conducen al desengaño, a la desilusión, y, con ello, a la frustración. Nos prometieron trabajo, ahora nos lo niegan; nos prometieron vivienda, ahora nos la niegan; nos prometieron educación de calidad, ahora nos la niegan; nos prometieron sanidad gratuita, ahora nos la niegan. ¿Hasta qué punto fueron "promesas"? ¿No serían las expectativas que nosotros mismos construimos? ¿Qué hacer con ellas? Volvemos a las preguntas para las que, de nuevo, carezco de respuestas. 

Los mensajes negativos llegan desde todas las partes de la sociedad, tanto es así que una persona que se consideraba a sí misma pesimista puede acabar sorprendiéndose cada día al repetirse mensajes de optimismo una y otra vez. Aunque el pesimismo nos rodee, lo peligroso es dejarnos absorber por él. A veces, cuando alguien analiza la situación actual y habla sobre el futuro inexistente, oscuro y miserable de "mi generación", parece que ya no podemos hacer nada. Todo es inevitable. Dejémonos llevar al precipicio. Yo soy partidaria de la opción contraria, una totalmente opuesta. ¿Ése es nuestro sino? Rebelémonos contra él. Creemos nuevas expectativas en base a nuestras propias capacidades. Exijámonos el máximo a nosotros mismos, exijámoselo a quienes tienen el poder para cambiar. Organicémonos, debatamos, dialoguemos, lleguemos a acuerdos. El individualismo no nos ayudará. En una sociedad en la que los poderosos que nos oprimen buscan dividirnos -a los "frustrados", la "generación sin futuro", los "desengañados"-, la mejor reacción es la colaboración. La democracia. Todos juntos, sin discriminación. Debemos intentarlo, debemos construir nuevas expectativas.

sábado, 12 de octubre de 2013

12 de octubre

Feliz día a todos. A los que celebran el Pilar, a los que celebran el Día de las Fuerzas Armadas, a los que celebran la patrona de la Guardia Civil o a los que simplemente celebran el 12 de octubre, ya sea desde un punto de vista u otro. 

Para mi esta entrada es bastante especial, puesto que estoy trabajando y trabajaré durante los próximos meses sobre esta fiesta en una etapa concreta y todo lo que llevo leído (aunque todavía me queda mucho por aprender) me indica las diversas versiones que tiene esta fecha y las diferentes versiones que tiene no es sino el amplio abanico ideológico que encontramos en la sociedad española: la parte religiosa, la imperialista, la cultural, la lingüística, la de cooperación y ayuda, la del anhelo del pasado, etc. Por eso, hoy, quería trazar unas líneas de lo que ha sido esta fiesta desde su primera celebración. 

En la fiebre de conmemoraciones a nivel internacional que hubo a finales del siglo XIX, España no se podía quedar atrás y decidió celebrar el IV Centenario de la llegada de Colón a América en 1892. Sí, parece algo descabellado cuando España tenía problemas con sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pese a esto, el espíritu de celebración no era otro sino el de conmemorara la hazaña de Cristóbal Colón. Esta fiesta fue seguida de otras muchas en los siguientes años, aunque no de manera oficial hasta 1918. ¿Cómo podemos explicar que en pleno Desastre del 98, en plena crisis de identidad, nos dediquemos a celebrar este acontecimiento? Algunos apelaban a que las antiguas Indias eran hijas de España y, como hijas que eran, se habían independizado, marchado del hogar para emprender su camino, un camino del que España, como madre, no se apartaría. Otros sólo recordaban la gloria de aquel reino en el que no se ponía el Sol y el cual había que buscar. Otra corriente celebraba los lazos culturales, lingüísticos y religiosos que, por Historia, América Latina y España comparten. Todas estas corrientes celebraban un mismo día. 

Para los católicos, el 12 de octubre coincide con el aniversario de la aparición de la Virgen, en advocación del Pilar, a Santiago Apóstol a orillas del Ebro cuando estuvo evangelizando la península en el 40 d. C. 

Unamuno, Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu, etc., grandes personajes de la España de la época se postularon a favor y en contra de algunas de estas posturas en una fiesta que no dejaba de celebrarse año tras año. Es curioso cómo esta fiesta ha pasado por una etapa liberal (1892, 1918-1923), una dictadura (1923-1931), una república (1931-1939), una guerra civil (1936-1939), otra dictadura diferente (1936-1975) y una democracia (1975-actualidad). ¿Cómo es posible esto? Además, lo más curioso es que en cada etapa se destacaba una de las versiones o de las cualidades de esta fiesta: la cultura y la lengua, la religiosidad, el imperialismo, la cooperación, etc. 

Para hacernos una idea, durante la Guerra Civil en España, durante el 12 de octubre se podían oír dos coplas diferentes:

La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser francesa,
que quiere ser capitana
de la tropa aragonesa

Esta en el bando nacional, rememorando la Guerra de la Independencia, pero esta era del bando republicano:

La Virgen del Pilar dice
que no quiere ser fascista,
que quiere ser capitana
del obrero comunista

¿Con cuál de las dos nos quedamos? ¿Se ve la polarización o el maniqueísmo de este día? Y estas coplas son del año 1936 pero nos podemos trasladar a la actualidad: ¿vamos a Madrid a reivindicar la unidad del país o nos quedamos, por ejemplo, en Cataluña diciendo que no es nuestra fiesta nacional? ¿Vamos a celebrar el recuerdo de un imperio desde el punto de vista de metrópoli o vamos a celebrar la cultura que ambos lados del Atlántico compartimos? Según la respuesta que den, ahí tienen su visión de este día. 

Esto nos puede hacer reflexionar de cómo las fiestas tienen un significado que, a veces, pasamos por alto los ciudadanos pero es un poder tan grande y tan eficaz que nos sorprenderíamos si fuéramos conscientes de él. Disfruten del día. 

jueves, 10 de octubre de 2013

La mala educación

Parece que el hombre siempre se acuerda de Santa Bárbara cuando truena... es así, lo he comprobado varias veces. Ahora que truena, nos acordamos de nuestro sistema educativo: la centralización o descentralización de los contenidos educativos, la sangría económica de cada septiembre con los libros de texto, la Religión, la Educación para la Ciudadanía, los colegios mixtos, los concertados, los privados, los que segregan por sexo, los bilingües, los de barrio, el horario de los profesores, el fracaso escolar, el ejercicio de la violencia de profesores y/o alumnos, las becas a los universitarios, las becas de comedor, las ayudas a la movilidad, etc. Podría seguir así bastantes líneas más pero ya es suficiente.

Nos vanagloriamos de decir que España lleva más de 30 años en democracia pero no lleva más de dos generaciones con la misma ley educativa. La cambia Suárez y luego no le gusta a González. González vuelve a cambiar de idea y llega Aznar. Después Zapatero y ahora Rajoy. Perdonen la expresión pero cambiamos más de ley educativa que de bragas. 

Al trajín que conlleva cambiar una ley educativa hay que sumar un debate político sobre ésta más intenso: la LOGSE es un disparo a la educación, la LOCE, la LOE y ahora la LOMCE. Todas lo son pero para el contrario. Llevamos 30 años en democracia y no hemos sido capaces de ver que la educación debe estar por encima de cualquier ideología. La educación y otras cuestiones pero, por desgracia, la educación y esas otras cuestiones son las que más cambios sufren en una legislatura, sobre todo si hay cambio de gobierno. 

Ahora que truena, España se acuerda de Santa Bárbara. Vemos programas en los que nos demuestran la perfecta e idealizada, por nosotros, educación finlandesa al mismo tiempo que oímos las siguientes noticias en España: "un alumno pega a un profesor", "el abandono escolar se acerca a porcentajes escandalosos", "los colegios no tienen presupuesto para poner la calefacción", "los materiales didácticos cada vez son más costosos o se quedan obsoletos", "las instalaciones dejan mucho que desear en algunos casos" y así hasta un largo etcétera. 

Ahora que estamos reflexionando, preguntémonos: ¿de quién es la culpa de todo esto? La sociedad española lleva sin preocuparse de la educación toda su vida prácticamente. Es más, si ha habido cuestiones por las que la sociedad se manifestara en materia educativa era por la Religión o por la Educación para la Ciudadanía. Admitamos que más de uno se ha mofado del horario de los profesores, con más de dos meses de vacaciones, más las de Navidad y Semana Santa, más los puentes y los fines de semana. Dar dos clases y a casa, a cobrar. Seamos honestos, hemos pensado así.

Como ya se empieza a oír la tormenta empezamos a preocuparnos: llega la crisis y los recortes. "No vamos a tocar el presupuesto educativo", dicen todos. No lo tocan, lo "racionan", "administran", "igualan" pero no lo tocan. Llega la crisis y nos damos cuenta que el material escolar es demasiado caro, que las editoriales nos timan por tener que comprar los libros cada año porque son versiones nuevas que han incluido un mapa más en el libro de Historia o un poema más en el de Literatura. Lo dicho, Santa Bárbara nunca falla. 

Este es el mal de nuestra sociedad, que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Ahora nos quejamos de las becas, que las recortan. ¿Quién no conoce a alguien que se ha gastado indebidamente el dinero de la beca? ¿Tiene derecho un alumno a una beca y suspender las asignaturas? ¿Debería entonces exigir el Estado la devolución de la beca más intereses por mal uso? No nos engañemos: las becas al estudio son una inversión del Estado, no es dinero gratis. La beca la pagarás cuando cotices y por eso te formamos, para ser un buen profesional en tu campo. Pues eso tampoco lo hemos entendido los españoles. 

No hemos sido capaces de exigir seriedad en materia educativa y hemos dejado que progresistas y conservadores impongan sus cuestiones más preocupantes (la Religión o la Educación para la Ciudadanía) , cuestiones que, no nos engañemos, tampoco son las más preocupantes para ellos, sino que son cuestiones con vistas al ELECTORADO, a ganar en las urnas. ¿Le interesa a Wert que la Religión sea obligatoria cuando sus hijos, si los tuviera, irían, seguramente, a un colegio privado con un programa educativo diferente tal vez? No nos engañemos, son guiños, brindis al sol, que hacen a su electorado para demostrar que son partidos progresistas o conservadores.

Las becas: el Santo Grial de la Educación en los últimos meses. Aumenta su presupuesto pero también los requisitos, ¡qué vergüenza!, dirán algunos. Las becas tampoco interesan a la clase política, que pueden pagar los estudios de sus hijos de una forma holgada saquen buenas o malas notas. Y los resultados de sus hijos tampoco les interesan, encontrarán trabajo como asesores en cualquier gobierno regional o ministerio. ¿Y la sociedad: se ha preocupado todos estos años por el sistema de becas? ¿Hemos exigido que nos informen sobre el dinero en becas y todo lo que tiene que ver con ellas? Vuelve Santa Bárbara.

Ahora que salimos a la calle con una camiseta verde en defensa de la Educación Pública podríamos tener conciencia y memoria para acordarnos que este tipo de cuestiones tienen que estar siempre en la mente de la sociedad. Siempre pendientes de un cambio, exigiendo estabilidad y garantías, exigiendo calidad y resultados.

De aquellos barros, estos lodos. 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Las calles limpias

No vivo en Madrid y no puedo comprobar cómo están las calles del centro pero sí puedo comprobar cómo están las calles de mi ciudad y no creo que se diferencien mucho de las de Madrid o, como veo en las noticias, de las de Benidorm: hay muchas personas mendigando, pidiendo limosna. 

Son personas que están en las puertas de las iglesias, de las tiendas, de los supermercados, de los centros comerciales, etc. Personas que, de una manera educada (es mi experiencia) piden ayuda porque no tienen recursos con los que vivir. Desde mi punto de vista son personas que por mala fortuna (o por negocio, no nos olvidemos de este caso) se ven obligadas a vivir en la calle y pedir, personas que hace unos años iban como yo o como nosotros por la calle y veían a las personas que entonces no podían vivir en otro lado que en la calle. Personas que hace pocos años tendrían un trabajo, una casa, familia, amigos... Una vida, al fin y al cabo. Ni nosotros ni ellos tienen la culpa y tampoco tenemos la solución. No, no tenemos la solución.

Estas personas son víctimas de una feroz y voraz (y cualquier adjetivo se queda pequeño) crisis que, a pesar de lo que quieran decir los políticos, sólo se deja sentir en la población "normal": las clases bajas, medias y medias-altas, a los trabajadores, a los estudiantes, a los pensionistas. A las personas que ni son políticos ni tienen familiares cercanos que lo sean. Sí, es así de crudo pero es la realidad. Los que hace unos años paseaban por la calle y ahora viven en ella pueden ser acompañados por nosotros, los que ahora paseamos por la calle. Esperemos que no sea así, que no haya nadie así. 

Sin embargo, de un tiempo a esta parte todos los políticos de todos los niveles (locales, regionales y nacionales) se han preocupado por la imagen que vemos los ciudadanos y los TURISTAS por las calles de gente pidiendo porque, no nos engañemos, ver a Dora la exploradora en la Puerta de Sol es ameno para los niños, oír un músico en la calle Preciados es divertido para los jóvenes y adultos pero ver unos mendigos en la Puerta de Sol Y en la calle Preciados, eso no es ameno ni divertido.

"Hay un problema -dirá Ana Botella, alcaldesa de Madrid- y es que el turismo ha descendido y la mendicidad se ha incrementado". Habrá que buscar una solución entonces. ¿Ayudar a esas personas? ¿Construir albergues? ¿Darles trabajo? ¿Proporcionarles una vivienda de alquiler social? ¡No! ¡Eso es una barbaridad! Les multaremos por estar en la calle pidiendo. La lógica de esta mujer es aplastante. 

De Madrid nos vamos a Benidorm, cuyo ayuntamiento ha aprobado una normativa que prohíbe vivir en la calle y mendigar, de manera que se comprará un billete para EXPULSAR de Benirdorm a ese mendigo y llevarlo a su lugar de origen. Mira, por lo menos va a ver mundo. 

Esto es pura ESTÉTICA. "Ojos que no ven, corazón que no siente". Si la población no ve gente mendigando, pensaremos que hay trabajo y que las cosas van bien. Esto es maquillaje pero detrás del maquillaje, la que tiene un grano, tiene un grano y el grano no se esconde. 

Sin embargo, esto no deja de ser HIPOCRESÍA. Las personas que hace unos años estaban trabajando y tenían, como he dicho, una casa, una familia, amigos, etc., pagaban religiosamente sus impuestos a un Estado que ahora les da la espalda. Pagaban impuestos a un ayuntamiento que ahora los expulsa. Pagaban impuestos a un Estado que ahora les niega cualquier ayuda. ¿Esto es justicia?

No obstante, lo que sigue y seguirá ocurriendo es que los ciudadanos "normales" seguiremos viendo a estas personas, que nos removerán nuestro corazón, y les daremos limosna o comida, a pesar de que nosotros no tenemos ni la culpa ni la solución de su situación, a pesar de que nosotros no somos los que les hemos negado las ayudas o les hemos comprado un billete para salir de Benidorm. A pesar de todo eso, seguiremos compadeciéndonos de ellos y pidiendo no vernos en su situación pero tenemos que ver, DEBEMOS VER que la solución no es nuestra, es del Ayuntamiento, del Gobierno regional y del Estado. Son ellos a los que se les tiene que remover el corazón a ver esa situación pero, llegados a este punto, yo me pregunto: ¿tiene corazón esta gente?

viernes, 20 de septiembre de 2013

Una noticia

Hace bastante tiempo, casi un mes, que no he vuelto a escribir en el blog y la verdad es que ya tenía ganas de hacerlo. He pensado mucho sobre qué escribiría pero acabo de ver un video y una noticia que quería compartir y comentar.

La noticia en cuestión es el video (ver video aquí) que ha lanzado la Fundación Internacional Baltasar Garzón con motivo de la visita, el próximo lunes, a España del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas, es decir, un grupo de expertos que valorarán la actuación del gobierno nacional sobre la reparación a los familiares de víctimas del franquismo.

El problema de las fosas comunes, los fallecidos en las cunetas y el desconocimiento de las víctimas, así como su cuantificación y paradero no es un problema que acabe de surgir, sino que es un problema que España lleva arrastrando varios años y que ahora, con la justicia de Argentina actuando y con el trabajo del exjuez Baltasar Garzón, parece que es tema de actualidad. 

El problema de la llamada Memoria Histórica se remonta a nuestra transición, aquella etapa en la que España se quitó de las losas del franquismo para ser recibida por Europa y por la democracia. Sin embargo, no nos hemos quitado fácilmente esa losa, sino que la hemos camuflado o apartado. Ahí, sin que se note y sin que la vea nadie, hasta ahora. 

El problema que ahora tiene España es que durante la transición se optó por olvidar, cerrar heridas como dicen muchos, y no nos decantamos por saber la verdad. Había miedo, mucho miedo, dirán algunos. Sí, es cierto, eran tiempos convulsos en los que la gente recordaba la miseria de una guerra pero ¿es motivo ese para olvidar? No se puede avanzar olvidando. Hay que superarlo. 

La democracia que se celebraba era una farsa porque había verdaderos demócratas desaparecidos. En las cunetas. Unos, como Fraga, se cambiaron la chaqueta por una de un tono más claro (pero no de diferente color) y ya eran bautizados como demócratas, verdaderos artífices de la transición y la democracia en España. Otros, que no se podían cambiar de nada porque estaban muertos, permanecían en las fosas, en las cunetas, abandonados. Sólo recordados por familiares que tenían miedo a preguntar dónde, cómo, cuándo y por qué les mataron. Eso es lo que preguntan ahora. El fallecido Fraga, por seguir con el ejemplo, está enterrado y puede ser visitado por sus familiares y cuantos quieran. No le faltan visitas o flores a su tumba. Muchas familias, muchísimas familias desconocen dónde están sus padres, abuelos, primos, etc. Quizá, cuando vayan con el coche por la carretera pasen por esa cuneta donde está su familiar pero no lo saben. Éso es lo único que piden. 

Lo que ocurrió en la transición española fue pactar entre todas las partes una Ley de Amnistía que olvidaba y dejaba atrás "las heridas" o las cuestiones que había que resolver. Esta chapuza, el tapar estas goteras soluciona el problema durante un tiempo pero no para siempre, vuelve a llover y vuelven a salir las goteras, como podemos comprobar hoy en día. Por eso el exjuez Garzón intentó arreglar bien esas goteras y por eso hay muchos grupos y asociaciones que quieren también solucionar estos problemas. No obstante, esto no dejan de ser migajas para solucionar el problema: las familias no obtienen el apoyo de las instituciones para la búsqueda y excavación de fosas, ni los investigadores para ejercer su trabajo y por eso las goteras siguen teniendo agua. 

En la siguiente página web (ver aquí) se puede apreciar el número de fosas que están contabilizadas en España y se puede ver cómo una ínfima parte de éstas han sido estudiadas mientras que el resto permanecen sin tocar. Nos unimos a Europa, el mundo nos recibió, celebramos nuestra democracia y no fuimos capaces de limpiar la casa. No, no tuvimos el valor de Alemania o Argentina en juzgar a los genocidas, a los asesinos y torturadores. No, no tuvimos el valor y ahora es Argentina quien está investigando los crímenes del franquismo cuando nos vanagloriamos como democracia de investigar los crímenes de Pinochet en Chile. Esto es lo que España hace en cuanto a Memoria Histórica: ayudamos a los demás cuando tenemos nuestras propias cunetas llenas de asesinados por un régimen dictatorial.

Una página para pensar: http://www.memoriahistorica.org.es/

jueves, 12 de septiembre de 2013

Reflexiones

Anoche vi un programa que se estrenaba y que trataba sobre el principal problema de la sociedad española: el paro. Sí, España es un país que tiene 6 millones de personas (6.000.000 personas, para verlo más claro) que quieren trabajar y no pueden. Casi siempre es por la misma razón: no se puede poner a nadie más en nómina. Otros reciben una negativa en la que el argumento es que no se está suficientemente preparado o, incluso, los hay que han sido rechazados por estar excesivamente preparados para un puesto. Claro, ¿quién necesita tener una carrera universitaria para ser camarero en un chiringuito en la playa? Pues esto pasa. 

En este programa hay expertos que hablan de esta situación y aconsejan a los parados que hay en plató, que cuentan su situación. Unos dicen que España es un país solidario y sobrevive por eso, otros dicen que hay que buscarse la vida y ser emprendedor, otros dicen que hay que ser positivos... Y yo me pregunto: ¿y cómo se hace eso? ¿Cómo se puede ser emprendedor e innovador con 6.000.000 de parados? Quiero decir, una persona puede tener una versión innovadora (de hecho, se ha puesto el ejemplo de la cadena de comida rápida KFC) pero eso no ocurre con 6.000.000 de personas. ¿Montamos 100 nuevos bares, gimnasios, pastelerías, floristerías, copisterías, agencias de viajes, restaurantes, etc. en un pueblo o ciudad en los que ya hay bares, gimnasios, pastelerías, floristerías, copisterías, agencias de viajes, restaurantes, etc. de sobra? ¿Y cómo se puede seguir siendo positivo si hay personas que no tienen ninguna prestación, personas que reciben un no continuo al buscar empleo, personas que ven cómo sus hijos no pueden vivir como ellos desearían? No se puede ser positivo en un mundo así. 

Sin embargo, creo que una de las cuestiones más importantes que se han mencionado es que España sobrevive hoy en día gracias a la solidaridad. ¿Solidaridad? Sí, somos un país solidario; somos un país con cada vez más bancos de alimentos, cada vez hay más personas que donan su dinero para algún estudiante sin beca o para algún parado, donan sus domicilios para desahuciados, restaurantes que donan su excedente de comida para que no se malgaste... Sí, somos un país solidario pero yo me pregunto dos cosas: ¿la solidaridad de los ciudadanos debería ser complementaria a los organismos públicos o ya está tomando un cariz más importante que el apoyo a los organismos públicos? Quiero decir, un banco de alimentos tiene una labor suplementaria, no sustentante, el pilar de esa función es obligación del Estado. La otra pregunta es: ¿qué pasará cuando ya no podamos ser más solidarios de lo que somos? Los padres rescatan a hijos que se han quedado en el paro pero ¿qué pasará cuando esos padres ya no puedan ayudar a sus hijos?

Y la gran pregunta de todas es: ¿hasta cuándo vamos a sostener esta situación? ¿Hasta cuándo vamos a ser positivos, tratar de emprender y quedarnos en el intento, ser positivos, ser solidarios? Yo no lo sé pero tengo curiosidad por lo que pasará entonces: ¿saldremos a la calle? ¿Acudiremos a las manifestaciones? ¿Practicaremos la desobediencia civil? ¿Lucharemos? Tengo mucha curiosidad. 

sábado, 31 de agosto de 2013

Everwood

Hoy sólo quiero dejar un monólogo que escuché en un capítulo de Everwood (una de tantas buenísimas reflexiones) y que me parece muy interesante:

No te preocupes por el futuro. O preocúpate pero sabiendo que hacerlo es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Es probable que los problemas más serios que te surjan en la vida sean cosas que ni se te pasaron por la cabeza, de esas que te sorprenden un martes a las cuatro de la tarde.
Todo los días haz algo que te de miedo

Canta.


No juegues con los corazones de los demás. No aguantes que la gente juegue con el tuyo.

Cepíllate los dientes. No pierdas el tiempo sintiendo celos. Unas veces iras ganando y otras perdiendo. La carrera es larga y al final solo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos, y si lo consigues, dime cómo.
Conserva las viejas cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.

Yérguete.


No te sientas culpable si no sabes que quieres hacer en le vida. Las personas más interesantes que conozco no sabían lo que querían hacer con su vida a los veintidós años. Algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo saben a los cuarenta.

Toma mucho calcio. Trata bien a tus rodillas; las echarás de menos cuando te fallen.

Quizás te cases. Quizás no.


Quizás tengas hijos. Quizás no.


Quizás te divorcies a los cuarenta. Quizás bailes el rock cuando celebres las bodas de platino.



Hagas lo que hagas no te congratules demasiado ni tampoco te censures. Siempre has optado por una cosa u otra. Como el resto del mundo.

Baila. Aunque no tengas donde hacerlo más que en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza, solo harán que te sientas feo.

Conoce a tus padres. Nunca sabes cuándo se irán para siempre. Sé bueno con tus hermanos. Son el mejor vínculo con el pasado y los que probablemente seguirán contigo en el futuro.

Entiende que los amigos vienen y se van, pero que hay unos pocos escogidos que debes conservar. Esfuérzate en no desvincularte de ciertos lugares y costumbres porque cuanto más mayor te hagas más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.

Vive en Nueva York alguna vez, pero vete antes de endurecerte.
Vive en el Norte de California alguna vez, pero vete antes de ablandarte.

Viaja

No te hagas demasiadas cosas en el pelo o cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.

Ten cuidado con los consejos que compras y ten paciencia con quienes te los vendan. Los consejos son una forma de nostalgia. Ofrecerlos es una manera de rescatar el pasado del vertedero, sanearlo, pintar las partes feas y reciclarlo dándoles más valor del que tiene.

Pero, créeme en lo del protector solar

martes, 27 de agosto de 2013

Dos noticias

Estoy segura de que la opinión de la población de Estados Unidos hoy, martes 27 de agosto, está totalmente dividida: para unos, lo más destacable de todo será el baile de Miley Cirus en los MVA (aquí) y, para otros, la noticia del día es que Estados Unidos prepara un ataque contra Siria (aquí). Aquí podría decir, irónicamente, que termina la evolución humana.

Sin embargo, no me refiero sólo a la población estadounidense, sino a la población mundial, ya que habrá muchas noticias como la de Miley Cirus que eclipsarán la verdadera noticia o, cuanto menos, serán el punto de atención de la opinión de la población. "-¿Alguien sabe qué pasa en Siria? -¡¡No pero me parece deleznable la actuación de la ex-Hanna Montana en los MVA!!" Aquí acaba la evolución humana, estoy segura de ello también. 

Con estas dos noticias pretendo reflexionar sobre lo manipulada que está la opinión pública, nuestra posición respecto a un informativo, una noticia. Sobre cómo nos importa más algo tan trivial como el baile erótico de una muchacha al hecho de que se pueda librar una guerra en Siria. "¿Dónde está Siria? Al menos, sé quién es Hanna Montana" dirán algunos. 

Ya no escribo más. Prefiero leer sobre Siria. 

viernes, 23 de agosto de 2013

Paco Ibáñez

Esperad un momento que pongo la música en el ordenador... Ya está: suena Paco Ibáñez. Sí, esta entrada va para él.

No es muy conocido y, de hecho, algunos lo confunden con el creador de "Mortadelo y Filemón" pero no, yo me refiero al cantautor, al Paco Ibáñez que canta a los poetas. No es muy conocido en España actualmente porque la mayor parte de su carrera se desarrolló en los años del franquismo en Francia, país que le acogió y le dejó cantar libremente. Sus canciones no están pasadas de moda porque son poemas y fueron escritos por grandes poetas: Antonio Machado, Rafael Alberti, García Lorca, Miguel Hernández, Goytisolo... Poetas latinoamericanos: Neruda, Nicolás Guillén, Rubén Darío... Poetas ya antiguos: Jorge Manrique, Quevedo, Góngora... Todos ellos han congeniado con su guitarra y su voz, que hace más bonitos, si caben, los versos. 

Yo supe de Paco Ibáñez por influencia paterna y poco a poco he ido escuchando muchos de sus poemas cantados, incluso me decidí a comprar un disco suyo: el magnífico concierto en el Olympia de París de 1969. Así, poco a poco, me interesé por sus conciertos y comprobé dónde estaba su público: la mayoría en Francia y en Cataluña también. Tuve que esperar a que la Universidad de Salamanca, en su programa cultural, preparara un concierto en noviembre de 2010.

A Paco Ibáñez se le escucha por sus canciones, no por su voz, porque con sus canciones es suficiente. Basta y sobra con sus canciones y, si no, juzguen ustedes mismos. 

                                       

"Coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique


"Lo que puede el dinero" del Arcipreste de Hita


"Don Dinero" de Francisco de Quevedo



"Es amarga la verdad" de Francisco de Quevedo


"Y ríase la gente" de Luis de Góngora


"Déjame en paz, amor tirano" de Luis de Góngora




"A galopar" de Rafael Alberti




Aquí con el mismísimo Alberti ;)


"Balada del que nunca fue a Granada" de Rafael Alberti 


"Proverbios y cantares" de Antonio Machado


"Canción del jinete" de Federico García Lorca


"Andaluces de Jaén" de Miguel Hernández


"Érase una vez" de J. A. Goytisolo


"Me lo decía mi abuelito" de J. A. Goytisolo


"Palabras para Julia" de J. A. Goytisolo


"España en marcha" de Gabriel Celaya


"Soldadito de Bolivia" de Nicolás Guillén

martes, 20 de agosto de 2013

Reflexionar

Hoy, hace más bien un rato, durante la comida, mi padre me ha dicho que tengo un problema: "Tú, hija mía, reflexionas y aciertas en mucho de lo que dices, en el 99% de lo que dices (es mi padre y me ve con buenos ojos), pero te quedas en lo que debería ser y no en lo que en realidad es". Yo, que siempre me enzarzo en discusiones con él sobre el tema que sea, le he contestado: "Es que lo suyo es que lo que yo creo que debería ser y lo que en realidad es no tienen que tener muchas diferencias". Asumo lo ilusa que soy. 

Por eso hoy quiero reflexionar y lo quiero hacer sobre un tema que me viene rondando por la cabeza ya bastante tiempo. Quizá sea como una idea que tengo que sacar y que quiero sacar para quedarme más tranquila. O para que el que me lea también reflexione, un buen ejercicio al que no hay que apuntarse en un gimnasio. Bien, como muchos ya sabréis, el pasado 18 de agosto se celebró el aniversario del asesinato de Federico García Lorca y me parece un buen enlace con lo que quiero escribir. Yo, que he leído más sus obras de teatro que sus poemas, podría poner aquí alguno de ellos y considerar que ya le he rendido un homenaje pero este año quiero hacerlo mejor: este año quiero reflexionar con Federico García Lorca. Con él, de él, sobre él... dejadme que crea que sigue vivo porque lo está, aunque sea en nuestro interior al recordarlo siempre, aunque sea en sus obras y sus poemas, aunque sea en su espíritu de cultura y enseñanza. 

Lorca fue asesinado, con todas las letras, un 18 de agosto de 1936. Sí, se lo llevó aquél verano sangriente que llamamos los historiadores, se lo llevaron los hombres llenos de odio que le dispararon en su Granada. García Lorca es un ejemplo más de lo que eran los "putos rojos". Cada pueblo tiene un García Lorca que fue fusilado. Quizá no eran poetas, quizá no eran dramaturgos pero estoy segura que pensaban y reflexionaban y luchaban por sus ideas y querían un mundo mejor y una sociedad mejor y un país mejor. Estoy segura de ello y por eso digo que cada pueblo tiene un García Lorca que fue asesinado, no ya en 1936, sino hasta 1975.

Lo que me lleva a esta reflexión son las numerosas noticias que, atónita, leo en cada periódico y todas siguen el mismo patrón: un joven vinculado a un cierto grupo político hace referencia a la Guerra Civil, a Franco, al 18 de julio con cierto tipo de aprobación y añoranza. Y yo, que no tengo más años que estos jóvenes que digo y que, incluso, puedo tener alguno menos que ellos, me pregunto: ¿sabrán lo que dicen? Yo me pregunto si de verdad son conscientes de lo que están diciendo, de lo que sus palabras y a veces gestos, significan e implican. Yo creo que no lo saben...

Afortunadamente, lo que yo sé de España desde el 18 de julio de 1936 ha sido porque lo he escuchado en mi casa y porque lo he estudiado en el instituto y ahora en la universidad. Y es lo que me deja atónita: cada persona podemos tener nuestra ideología y nuestros pensamientos pero, tomando los hechos desde el punto de vista de la Historia objetiva, ¿cómo puede haber alguien que desee volver a esos años? Voy a explicar lo que fueron esos años.

Una guerra y más si es civil, empobrece un país, lo divide hasta muchos años después, lo divide de tal manera que hasta familias enteras se fracturan y nunca más vuelven a tener relación. Un país en guerra es un país en el que puedes estar en la calle y te pueden bombardear (mirad Guernika). Un país en guerra supone la autodestrucción de sus infraestructuras, sus edificios, sus pueblos, sus carreteras, sus vías de tren, sus puertos, sus redes de comunicación... Una guerra es una ruina. Ése es el punto al que yo llego tras una reflexión pero queda todavía. 

¿Y la posguerra? La posguerra es hambre y miseria. Es exilio y muerte. Sigue siendo pobreza y destrucción. Durante bastantes años. Éso es una posguerra pero todavía queda.

¿Y si añadimos las circunstancias extraordinarias que se daban en el mundo a partir de 1936? A estos factores debemos sumar el maniqueísmo ideológico que no sólo estaba presente en España, sino en todo el mundo. Sumemos también el vacío internacional que hubo durante nuestra Guerra Civil. Sumemos las ayudas que recibieron ambos bandos y veremos que la guerra se alargó durante 3 largos años. ¿Cómo puede soportar un país tal catástrofe? Me estoy dejando lo mejor todavía: sumemos que, cuando en España acabó el conflicto civil, estalló otro a nivel internacional: la Segunda Guerra Mundial. Me dirán: "pero España no participó en ella, fue neutral". La neutralidad es bastante discutible pero no lo es el empobrecimiento de todo un continente, como tampoco lo son los planes que tenía Franco para España, que no eran otros que participar en la misma apoyando al Eje Berlín-Tokio-Roma. Más pobreza y miseria. 

Éso es 1936. Éso es lo que nos dejó 1939. España no consiguió recuperarse hasta la década de los sesenta y tampoco fueron muchos los grandes avances. ¿Queremos volver a eso? Volver a juicios sumarísimos (con mucha suerte el que los tenga, porque muchos asesinados ni tuvieron un juicio), volver a los ataques intempestivos tras la más mínima sospecha, a la denuncia entre vecinos, volver a la autocensura personal a nivel ideológico, a nivel sexual y de género, etc. ¿De verdad alguien quiere volver a eso?

Por eso mismo escribo estas palabras, para ser conscientes de lo que afirmaciones o gestos a favor de esto tienen detrás y para ser conscientes de lo que significan. Es muy fácil pedir la vuelta del 18 de julio sin pensar lo que ello conlleva pero es muy difícil pensar que podamos vivir algo así, algo que, desgraciadamente, sufren muchos países hoy en día. No nos tenemos que ir a 1936 para ver guerras civiles, miseria, hambre y destrucción, vayámonos a Siria, Oriente Próximo, Egipto... ahí podremos ver de primera mano lo que es un conflicto bélico y, quizá, nos ayude a reflexionar. 

viernes, 16 de agosto de 2013

El rapto de Proserpina

¡Empecé con el Arte y ahora no puedo parar! Si la última entrada iba dedicada a la obra Apolo y Dafne de Bernini, ésta no puede ser de otra cosa que no fuera otra de las grandes obras de Bernini: El rapto de Proserpina. Esta escultura la hizo antes que la anterior, concretamente entre 1621 y 1622, una obra en la que Bernini no deja escapar ningún detalle y en la que se puede seguir viendo desde diferentes ángulos aportando diferentes visiones, cada cual mejor y más impresionante, si cabe.

Esta obra muestra el instante en que Plutón, el Hades romano, captura, por fin, a Proserpina (Perséfone en la mitología griega) y es que, harto de no encontrar una mujer que estuviera con él, Plutón surgió de un volcán cuando Proserpina estaba con unas ninfas en un lago y decidió raptarla y convertirla en Reina del Inframundo, acompañado del guardían del Inframundo, el perro de tres cabezas, Cancerbero, como se muestra en la escultura. Así, Ceres, su madre y diosa de la agricultura y la flora, se despojó de sus vestiduras y objetos para buscarla, convirtiendo en desierto lo que pisaba y dejando la tierra sin ninguna planta que creciera.

Júpiter, el dios de los dioses, mandó a Mercurio para solucionar este grave problema y éste consiguió que Proserpina tomara seis semillas de granada, fruto de la fidelidad, de manera que, a lo largo del año, sólo estaría con Plutón seis meses y los otros seis, con su madre, la cual adorna toda la tierra con flores y frutos para recibir a su hija. De ahí, que el año tenga mayoritariamente dos estaciones: el crudo invierno triste sin flores y la hermosa primavera. 




































"Mientras Proserpina juega en aquel bosque y coge violetas o blancos lirios, y mientras con entusiasmo de niña llena los cestos y su regazo, y se afana por superar en su recogida a sus compañeras, casi al mismo tiempo fue vista y amada y raptada por Dite (Plutón): hasta tal punto se apresura el amor. La diosa, aterrada, llama con su plañidera boca a su madre y a su séquito, pero con más insistencia a su madre, y, después de que había desgarrado su vestido desde el escote, las flores recogidas cayeron al soltarse la túnica, y tan gran sencillez hubo en sus juveniles años: también está pérdida provocó un dolor a la joven. El raptor conduce su carro y, llamándolo a cada uno por su nombre, estimula a los caballos y sacude las riendas teñidas de oscuro robín sobre los cuellos y las crines de aquellos..." Metamorfosis de Ovidio.

jueves, 15 de agosto de 2013

Apolo y Dafne

Y ya que hemos empezado con el Arte me parecía una buena idea mostrar aquí una de mis esculturas favoritas, si no la más: Apolo y Dafne de Bernini. Esta escultura barroca fue realizada por el italiano entre 1622 y 1625 y se puede decir bien claro que es una de las esculturas icono del Barroco.

La escultura representa el momento clave del mito de Apolo y Dafne: cuando la ninfa comienza a convertirse en laurel, como ocurre con sus pies y piernas, que comienzan a ser raíces y tronco. Sus manos comienzan la metamorfosis y podemos ver ya esas primeras hojas de laurel. Según el mito, Dafne era una de las ninfas más hermosas que Apolo pudo contemplar y por eso quedó inmediatamente prendido de esa belleza. Casi obsesionado con ella, la perseguía para conseguirla mientras la joven corría para salvar su vida. Llorando, Dafne pidió a los dioses que la salvaran y fue escuchada, de manera que se convirtió en laurel. Apolo regó la planta con sus lágrimas y, para tenerla siempre consigo, es su planta consagrada. De ahí el laurel que siempre acompaña al dios grecolatino. 

Esta escultura es de las más espectaculares que conozco y lo es porque cada ángulo en que puede ser admirada muestra una característica más de la obra. Además, no hay que olvidar los magníficos detalles que fue capaz de conseguir Bernini para esta pieza de mármol, detalles como la agonía de Dafne, las ansias de Apolo, sus gestos, como la mano del dios que agarra por un momento a Dafne... Sin duda, espectacular. Espero que disfruten.


Fue Dafne, la hija de Peneo, el primer amor de Febo (Apolo): éste no lo ocasionó un ciego azar, sino la rencorosa crueldad de Cupido.


"Febo está enamorado y desea las bodas con Dafne nada más verla, y confía en lo que desea y le engañan sus propios oráculos..."

"...al punto uno ama, la otra huye del nombre del amante feliz con los escondrijos de los bosques y los despojos de los animales cazados..."




"Sin embargo, el que persigue, ayudado por las alas del amor, es más rápido y se niega el descanso y está a punto de alcanzar la espalda de la que huye y sopla sobre la cabellera extendida por el cuello. Agotadas sus fuerzas, ella palideció y, vencida por el esfuerzo de la rápida huida, dice, contemplando las aguas del Peneo: "¡Ayúdame, padre", exclama, "si los ríos tenéis poder divino! ¡Haz desaparecer con un cambio esta figura, con la que he gustado en demasía!""


""¡Ninfa, hija del Peneo, deténte, te lo ruego! No te persigo como enemigo; ¡ninfa, deténte!" Así huye la cordera del lobo, así la cierva del león, así las palomas con alas temblorosas del águila, y cada una de sus enemigos naturales; el amor es para mí la causa de la persecución..."


""Que tu arco atraviese todas las cosas, Febo, a ti el mío, y cuanto todos los animales son inferiores a un dios, tanto menor es tu gloria que la mía". Dijo, y surcando el aire con batientes alas rápido se detuvo en la umbría ciudadela del Parnaso y de su aljaba portadora de flechas envió dos dardos de diferente actividad: uno pone en fuga el amor, el otro lo provoca; el que lo provoca es de oro y resplandece en su aguda punta, el que lo pone en fuga es romo y tiene plomo bajo la caña. Éste lo clavó el dios en la ninfa Peneide (Dafne), con aquél, en cambio, hirió a Apolo en lo más íntimo, atravesando sus huesos..."






"A menudo su padre le decía: "me debes un yerno, hija", a menudo su padre le decía: "me debes nietos, hija": ella, que odiaba las antorchas conyugales como un crimen, había cubierto su bello rostro de pudoroso rubor..."

"...así se inflamó el dios, así arde en todo su pecho y alimenta con su esperanza un amor estéril..."




"Apenas acabado el ruego, un pesado entorpecimiento se adueñó de sus miembros: su blando pecho es rodeado de fina corteza, sus cabellos crecen como hojas, sus brazos como ramas; su pie, hace poco tan veloz, se queda fijo con lentas raíces, el lugar de su rostro lo tiene la copa: en ella permanece solamente su belleza..."












""Y, puesto que no puedes ser mi esposa, en verdad serás mi árbol. Siempre te tendrán, laurel, mi cabellera, mi cítara, mi aljaba. Tú acompañarás a los alegres generales, cuando una alegre voz cante el triunfo y el Capitolio contemple largos desfiles. Tú misma como la más leal guardiana de la casa de Augusto estarás en pie ante las puertas y protegerás la encina que está en medio, y, del mismo modo que mi cabeza es la de un joven con los cabellos sin cortar, lleva tú también siempre los honores perpetuos".

Citas: fragmentos de Metamorfosis de Ovidio. 

miércoles, 14 de agosto de 2013

Impresionismo

No soy una experta en Arte. Lo reconozco. Sin embargo, me encanta. No lo puedo evitar. Me encanta el Arte y el trabajo que conlleva: trabajo en planos, en lienzos, en mármol, madera, partituras, etc. Me encanta. 

Por eso no puedo dejar de escribir la primera entrada de este blog dedicada al Arte, o más concretamente a la pintura. Por eso, quiero hablarles de un movimiento artístico que a mi, y a un sinfín de personas más en el mundo, me fascina: el Impresionismo, bautizado así por la "impresión" que supuso esta obra:

Impresión: sol naciente, Monet, 1872-3. 

Aunque el término fue peyorativo, no habría una palabra mejor para identificar este nuevo movimiento. A partir de este momento, el Arte era una impresión, era la impresión que el espectador tuviera hacia una obra. Y, aunque fuera peyorativo en un primer momento, pronto los pintores de la época dejaron llevar su pincel y dar protagonismo a la luz y, con ello, al color. Y, si no, juzguen ustedes. 

Monte Santa Victoria, Cézanne, 1887

El pequeño jardinero, Bazille, 1867

Escuela de ballet, Degas, 1880

Nenúfares, Monet, 1916

 Auguste Renoir, Renoir

Podría estar escribiendo sobre pintores de esta etapa y aportar más datos sobre el Impresionismo pero eso ya no es Arte, es Historia del Arte. 

Les recomiendo una cosa, que es lo que estoy haciendo en este mismo momento: introduzcan en Google imágenes las palabras "impresionismo pintura". ¿Qué sale? Color.